Juguete de recorrido cuyo objetivo es llevar con el imán las cuatro bolitas desde el punto de partida hasta otro de llegada, sorteando los obstáculos y buscando el camino dentro del laberinto mismo.
Es un juego de fútbol de mesa para jugar de a dos. Cada uno de los participantes manejará un jugador y lo moverá en la dirección que desee por medio de un imán, para que pueda impactar la bolita y así convertir goles a su oponente, que a su vez intentará obstruir el tiro moviendo su respectiva ficha.
Cuando el gusano de juguete se mueve al ser arrastrado mediante una soga, sus piezas de madera comienzan a golpear entre sí produciendo un sonido llamativo.
Consiste en una tabla en la cual se deben encastrar las figuras geométricas de colores en los lugares correspondientes, pudiéndose mover y sacar a antojo.
El propósito es ubicar todas las bolitas en la cima, utilizando un imán que permite moverlas, debiendo esquivar las varillas que obstaculizan el cumplimiento del objetivo.
Como su nombre lo indica, sirve para que el niño se descargue golpeando con el martillo de madera a los palitos de colores, hasta que éstos hagan tope.
Algunas de las características de este juguete, perfecto para jugar con títeres o marionetas: está hecho de madera, contiene una cortina de tela y dos puertitas a ambos extremos que pueden cerrarse a la hora de guardarlo.